MENAS: traumas y consecuencias
Es común que estos menores experimenten graves traumas y consecuencias negativas en la salud, tanto física como psicológica, a causa del proceso que han vivido. Sufren una serie de cambios: separación de amistades y familiares, cambio de paisaje, costumbres, cultura e idioma, entre otros. Estos aspectos son lo que conforman la identidad de las personas, y al ser modificados, lleva al menor a un proceso de transformación o reestructuración personal.
Duelo migratorio
Definición
El duelo migratorio hace referencia al proceso de adaptación de quien emigra. Este duelo manifiesta sus síntomas una vez la persona empieza a asentarse en el nuevo lugar, cuando toda su atención está enfocada en el nuevo comienzo. En este momento es cuando se da cuenta de la pérdida que supone el cambio (separación de la familia y amistades, dejar atrás un lugar conocido...).
Factores
Existen dos factores que influyen en el duelo:
Tiempo
Tiempo total que permanece fuera del país de origen.
Distancia
Distancia existente entre el país de origen y el de destino.
Clases
Según las características, existen diferentes tipos o clases de duelo.
Parcial
Este tipo de duelo surge ante la separación del país de origen y todo lo que la persona deja allí (familiares, amistades, costumbres). Es parcial puesto que no se pierde lo mencionado, sino que se aleja de ello, pudiendo volver a tenerlo cerca si regresa de nuevo.
De larga duración
Suele ser recurrente. Es decir, la persona que sufre este tipo de duelo siente este sentimiento varias veces durante un largo periodo de tiempo. La frecuencia de este sentimiento es causada por el contacto frecuente que mantienen la persona con su país de origen, ya sea con las personas de allí o por visitas de larga duración. Este duelo puede incentivarse en momentos de fracaso y crisis, aumentando el deseo de volver a su país. Si el duelo persiste puede convertirse en crónico y pasar a ser manifestación del Síndrome de Ulises.
Asociado a la infancia
En el caso de los menores, como la separación con su lugar de origen y todo lo relacionado con este se produce durante el periodo de la infancia, es común que este duelo se manifieste en etapas más adultas e influya a la hora de forjar su personalidad.
Múltiple
Dado que el proceso de emigración supone un cambio o pérdida en varios niveles, en este tipo de duelo coexisten siete diferentes, cada uno asociados a una pérdida concreta:
- Familiares y amistades
- Idioma
- Cultura y costumbres
- Lugar de origen (paisajes, temperatura...)
- Estatus social (acceso a oportunidades, papeles, trabajo, vivienda, sanidad...).
- Por el contacto con el grupo de pertenencia (prejuicios, xenofobia, racismo...).
- Riesgos en la salud personal (durante el viaje, accidentes laborales, persecución, indefensión...).
Síntomas
A lo largo de todo el proceso de adaptación pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Pérdida de apetito
- Ansiedad
- Problemas relacionados con el sueño
- Emociones como tristeza o rabia
Desencadenantes
La situación compleja que viven los menores cuando llegan a su destino es el desencadenante de este duelo:
- Soledad
- Sentimiento de fracaso si con consigue las metas que se había fijado
- Supervivencia
- Miedo a peligros físicos (riesgos derivados del viaje) y a represalias legales (detención y expulsión)
Síndrome de Ulises
Definición
Conocido, también, como "Síndrome de estrés crónico y múltiple". Este Síndrome va más allá del mero duelo que sufren algunos migrantes, y se relaciona con el malestar emocionado provocado por las condiciones nefastas y extremas en las que viajan y en las que viven en el país de destino.
Síntomas
Se trata de un síndrome complejo que presenta un cuadro crónico con síntomas ansioso-depresivos.
- Cefaleas
- Depresión
- Tristeza, sentimiento de fracaso y de culpa
- Ideas autolesivas o incluso de muerte
- Nerviosismo y preocupaciones recurrentes
- Irritabilidad
- Trastornos del sueño y fatiga
- Problemas de memoria y falta de atención derivados del alto nivel de estrés y los problemas de insomnio
- Desorientación
Desencadenantes
Los desencadenantes de este síndrome son similares a los del duelo:
- Soledad y falta de apoyo social
- Sentimiento de fracaso
- Supervivencia
- Miedo al peligro y consecuencias legales
- Ausencia de sensación de control sobre la situación