El primer paso para cambiar los comportamientos no asertivos es identificarlos con claridad. Saber exactamente cuándo, cómo, cuánto, con quién y en qué circunstancias se dan nuestros comportamientos no asertivos. Necesitas tomarte un tiempo que te permita observar tanto tus comportamientos externos como las interpretaciones que haces de ellos.
Los acontecimientos no asertivos pueden ser externos como conflictos con los demás, circunstancias que se dan en el trabajo, los estudios, la pareja, la familia o los amigos, o también eventos internos del tipo recuerdos negativos del pasado o imágenes preocupantes de acontecimientos venideros. Para hacerte consciente de ese tipo de pensamientos puede servirte de ayuda que los anotes junto con la emoción que experimentas, puede ser ansiedad, miedo, estrés, angustia, tristeza, rabia, etc.,
Registro de pensamientos
Este registro de pensamientos automáticos deberás practicarlo durante varios días hasta que puedas tomar clara consciencia de cómo interviene la interpretación de los acontecimientos no asertivos en la generación de tus diferentes estados emocionales. Es fundamental que seas honesto y claro contigo mismo, que no te autoengañes, y aunque te provoque cierto malestar el centrarte en los acontecimientos negativos de tu vida, no te olvides de que para cambiar algo antes hay que conocerlo que es lo que estás empezando a hacer.
Una vez identificados con claridad los comportamientos no asertivos con sus correspondientes interpretaciones asociadas, ya puedes averiguar si son racionales o irracionales.
Interpretaciones irracionales.
Si estas no se atienen a la lógica, al sentido común ni a la auténtica realidad de las cosas, sino que son exageraciones, dramatizaciones y fantasías muy perjudiciales.
Una vez que hayas identificado el tipo de distorsión lógica, puedes elegir una alternativa racional lógica para ti de acuerdo con tu vida presente. Porque muchas de esas ideas preconcebidas o prejuicios nos acompañan desde la infancia y ya están caducas.
El trabajo de encontrar las alternativas racionales es la fase más importante de todo el proceso y deberás aplicarte a fondo y sobre todo con continuidad, ya que es esa la única forma de cambiar los esquemas irracionales a lo que has utilizado a lo largo de tu vida.
Ten presente los derechos asertivos
Te puede ser útil que resaltes y subrayes los pensamientos alternativos y derechos asertivos más eficaces.
Es frecuente que tengamos ansiedad cuando tenemos que dar una respuesta asertiva a la que no estamos acostumbrados. A veces es tal la intensidad de la ansiedad que es fácil que se produzca un bloqueo o una interferencia importante en la comunicación. Para el control de la ansiedad necesitas usar técnicas de relajación.
Algunas de las respuestas asertivas que puedes usar pueden ser las siguientes:
Expresarle algo positivo a otra persona.
Por ejemplo, "me gusta como lo has hecho", "te considero muy valioso para mí" o "te agradezco que te hayas acordado de mí".
Cuando te ves "pisado" por otros, cuando te interrumpen, te descalifican o te desvalorizan.
Por ejemplo, "déjame que acabe y después hablas tú", "no necesito que me digas lo que he de hacer", "no me gusta que me critiques".
Cuando la persona no se da por aludida a pesar de nuestros mensajes asertivos, se hace necesario aumentar escalonadamente, con paciencia y firmeza, nuestra respuesta inicial.
Por ejemplo, "ya te he dicho que me dejes acabar, por favor no me interrumpas".
Se trata de ponerse en el lugar del otro para darle a entender que comprendemos su punto de vista y desde ahí hacerle comprender el nuestro.
Por ejemplo: "Comprendo que tienes mucho trabajo pero necesito que cumplas tu compromiso conmigo".
Se trata de hacerle ver al otro las consecuencias que tiene en mí su comportamiento y sugerirle otro más adecuado.
Por ejemplo, una persona agresiva que trata de imponer su punto de vista "Veo que estás enfadado y no me escuchas, ¿por qué no te paras un momento y escuchas lo que te quiero decir?"
Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Conciliación de la vida familiar y laboral.
No pierdas tu oportunidad y ¡continúa aprendiendo!
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