Se conoce como "buenas prácticas" el conjunto de acciones que mejoras en la actividad profesional, logrando, como resultado, una mayor calidad de vida a las personas atendidas. Estas acciones deben respetar los principios éticos, como:
Beneficencia
Favorecer el bienestar de la persona atendida.
Autonomía moral
Asegurar que se cumplen las decisiones tomadas por la persona.
No maleficencia
Trabajar por un buen empleo desde la deontología profesional.
Justicia
Fomentar el trato equitativo entre las personas.
Para que las acciones realizadas sean consideradas como buena práctica, es necesario que den respuesta a los siguientes criterios:
Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Documentación Oficial y Herramientas en Centros Residenciales: Guía Práctica.
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