Hablamos de un nuevo concepto o incluso, si se prefiere, de un nuevo escenario concebido como un moderno mecanismo de dinamismo que modifica y conforma una nueva forma de entender el acceso y el tratamiento de la información. Sin embargo, lo realmente relevante radica en que dicho acceso y tratamiento de la información ha modificado y configurado una nueva forma de entender el acceso y el tratamiento de la generación y, a su vez, este suceso ha provocado un cambio sustancial en nuestro entorno económico y social. Dicho cambio supone que la sociedad, es decir, las personas y las organizaciones, deban desarrollar enormes esfuerzos de adaptación.
La Sociedad de la Información es la sucesora de la sociedad industrial.
Se define como aquella sociedad en la que las tecnologías que facilitan la creación, distribución y manipulación de la información desempeñan un papel esencial en las actividades sociales, culturales y económicas.
El término Sociedad de la Información comenzó a utilizarse en Japón durante los años sesenta y fue acuñado por el sociólogo y profesor japonés Yoneji Masuda, en su libro "De la sociedad postindustrial a la sociedad de la información", editado en 1980. En su quinto capítulo, Masuda habla del nacimiento de una época de la información, basada en el uso de los ordenadores en conjunción con la tecnología de las comunicaciones. Para Masuda, una era de la información es el periodo de tiempo durante el cual tiene lugar una innovación de la tecnología de la información convirtiéndose en un mecanismo capaz de transformar a la sociedad así como de producir una expansión en la calidad de la información y un aumento del almacenamiento de la misma.
El término Sociedad de la información surge como expresión para definir el cambio de generación de la riqueza que se traslada del sector industrial al sector servicios desplazando la fabricación de elementos tangibles como dinamizador de la economía a un segundo lugar, con motivo del auge de los servicios de generación, almacenamiento y procesamiento de información.
Hemos de pensar que el mundo de la información y de la comunicación se ha posicionado, en el siglo XXI como uno de los principales motores de la actividad económica. En este sentido, podemos decir que hemos pasado de un sistema de producción mecánico a un sistema de producción totalmente electrónico y automático. Desaparecen profesiones y trabajos típicamente físicos y materiales para dar paso a nuevas modalidades laborales e incluso a nuevos sectores laborales. De hecho, el término trabajo incluso se ve modificado. Pasamos de un trabajo basado en lo material a un trabajo basado en lo inmaterial. Aparecen nuevas oportunidades como la flexibilización laboral, pero, al mismo tiempo, aparecen nuevos retos que configuran un escenario que podemos denominar como inestable.
Asistimos al nacimiento de una sociedad donde lo básico y esencial es la calidad, la eficacia e incluso, la rentabilidad inmediata. Sin embargo, al mismo tiempo, en el ámbito del ciberespacio aparecen redes de solidaridad y se profundiza en conceptos como, la participación ciudadana y la democracia. Toda la sociedad se modifica, muta. La política se reinventa así misma, surgen nuevas áreas de investigación, se comienza a observar una uniformidad cultural a lo largo del planeta tierra... Se transforman prácticamente todos los sectores de la sociedad: transporte, medicina, el ocio, las relaciones interpersonales... Incluso los sectores menos deseables se modifican y transforman: los delitos, la guerra...
La Comisión Europea considera que existen tres factores que se encuentran presentes en el profundo cambio social al que se vio sometida la sociedad europea de finales del siglo XX:
No obstante, dicho concepto también se asentó gracias al sociólogo español Manuel Castells, dado que fue este quien examinó los caracteres de este nuevo modo de organización social en esferas tan dispares como las relaciones interpersonales, las formas laborales o los modos de construir la identidad propia. En 1990, de la mano del sociólogo español, se empieza a utilizar el término era de la información, para definir un momento decisivo en la historia del ser humano en el que la información se convierte en una ventaja táctica, al considerarse un recurso fundamental, generador de ventajas competitivas.
Manuel Castells considera que el origen de la Sociedad de la Información se encuentra ligada a tres procesos:
La Sociedad de la Información también se puede definir con una etapa del desarrollo de la sociedad en la que las personas y las entidades, tanto públicas como privadas, pueden adquirir y compartir información de forma rápida, cómoda y, sobre todo, desde cualquier lugar. Hablamos de un cambio sustancial en la forma en la que la sociedad se relacione y que marca un hito importante en la historia de la humanidad, a la altura del descubrimiento del fuego o de la revolución industrial, por citar solo algunos ejemplos clarificadores. No obstante, también debemos ser conscientes de que la presente revolución o transformación no es de carácter homogéneo y que, por tanto, se le aplican una gran variedad de factores geográficos, políticos, culturales, legislativos o incluso relativos a la edad de las personas.
Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Desconexión digital.
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