La obligación de auxilio en caso de accidente
Reglamento de Circulación. Art. 129.1
Los usuarios de las vías que se vean implicados en un accidente de tráfico, lo presencien o tengan conocimiento de él estarán obligados a auxiliar o solicitar auxilio para atender a las víctimas, si las hubiera, prestar su colaboración para evitar mayores peligros o daños, restablecer, en la medida de lo posible, la seguridad de la circulación y esclarecer los hechos
La obligación de auxilio impuesta por el Reglamento de Circulación comporta una serie de responsabilidades y acciones concretas que los usuarios de la vía deben llevar a cabo en caso de presenciar o estar implicados en un siniestro vial.
A continuación, se detallan dichas acciones:
- Es vital detener nuestro vehículo sin generar nuevos riesgos para la circulación. Cumpliendo en la medida de lo posible las normas de parada y estacionamiento.
- Una vez asegurada la zona, es necesario evaluar la situación para decidir las acciones prioritarias, cortar el encendido (parar el motor) de los vehículos implicados, auxiliar a las víctimas, facilitar su identidad y colaborar con los agentes.
No precipitarse, manteniendo la calma y establecer un orden de preferencia según sea la situación.
Una vez garantizada la seguridad inmediata, se deben tomar medidas para auxiliar a los accidentados:
- Esforzarse por restablecer o mantener la seguridad. En caso de fallecimiento o lesiones graves, o si se ha alertado a la autoridad o sus agentes, evitar alterar el estado de las cosas o las evidencias que puedan determinar la responsabilidad, a menos que ello ponga en peligro la seguridad de los heridos o la circulación.
- Brindar la asistencia más adecuada a los heridos, incluyendo la solicitud de ayuda médica.
- Es crucial informar a las autoridades competentes, especialmente si se producen heridos graves o fallecimientos. Además, el implicado deberá permanecer en el lugar hasta la llegada de los agentes, a no ser que su propia condición requiera atención médica inmediata, o que deba trasladar a heridos para su atención.
En situaciones en las que los daños sean menores y no haya heridos graves o fallecidos, los pasos a seguir incluyen:
- Informar a las partes involucradas de la identidad del conductor y proporcionar los datos del vehículo. Un ejemplo de esto podría ser un choque leve en un aparcamiento, donde el responsable deberá dejar sus datos en un lugar visible del otro vehículo afectado si el propietario no estuviera presente.
- Facilitar siempre la información pertinente del vehículo es fundamental, incluyendo la marca, modelo, matrícula y datos de contacto, para que los agentes y otros implicados puedan realizar los trámites necesarios. En caso de afectar a la propiedad de terceros, como una señalización vial, se deben tomar las mismas medidas de identificación y aviso.
Excepto en casos evidentes en los que no se requiera colaboración, cualquier persona que presencie un accidente de tráfico sin estar involucrada en él debe cumplir, en la medida de lo posible y si le afecta, con las disposiciones mencionadas anteriormente, a menos que las autoridades ya estén presentes en el lugar.