Ejercicios para desarrollar la memoria de trabajo

Realizar cualquier tarea donde tengas que seguir instrucciones verbales ayuda a trabajar la memoria de trabajo. Por ejemplo, más abajo, se te muestra un vídeo donde tienes un ejemplo de actividad que te permite realizar un dibujo determinado siguiendo una serie de instrucciones. 

Tienes una tabla de equivalencias, donde a cada número se le asigna un símbolo determinado (por ejemplo, 1:&, 2:/, 3:!, etc.). Debes entonces completar una secuencia de números desordenados donde debes dibujar aquel símbolo que se le asocia. También puede hacerse una actividad similar donde existe un número asociado a cada letra, y debes hacer operaciones donde debes sustituir las letras por números, y a ser posible hacerlo mentalmente (por ejemplo, F:3, G:9, H:7; resolver la operación F x G + H).

    

Esta actividad es de las típicas que se utilizan en los tests de evaluación de la inteligencia para evaluar la memoria de trabajo. Consiste en repetir una secuencia de números, aumentando cada vez en una cifra más esa lista, una vez nos la recitan. Primero las tenemos que repetir en orden directo y posteriormente en orden inverso.

          

El n-back es una prueba o actividad interactiva continua que permite medir o poner en forma la memoria de trabajo, inteligencia fluida y concentración del individuo que la practique con frecuencia. En el principio, una figura aparece por poco tiempo en la pantalla y, tras desaparecer y aparecer de nuevo, el individuo debe señalar si la figura sigue donde estaba y, en cualquiera de los casos, memorizar la nueva posición de la figura para así continuar sucesivamente con el próximo ciclo. El nivel de dificultad se incrementa cuando se le pide al individuo señalar si la posición de la figura hace cierto número de ciclos atrás es la misma. 

En los últimos tiempos, cada vez recurrimos más a la calculadora para resolver operaciones aritméticas. Intenta a diario resolver operaciones aritméticas mentalmente. Puedes empezar con sumas simples hasta terminar con divisiones con decimales e incluso raíces cuadradas.

Se pronuncia una palabra asociada a otra de una categoría determinada. Según la categoría a la que pertenezca la segunda palabra, deberá realizar una manipulación determinada en la primera palabra. Al comienzo, se le deben explicar a la persona las instrucciones a seguir. Por ejemplo, si digo una palabra y la asocio con un animal, debo repetir la primera palabra omitiendo la primera letra. Si la digo asociándolo con un material escolar, debo repetir la palabra omitiendo la segunda letra, etc. Y así con todas las normas que se nos ocurran. Es conveniente primero empezar con dos tipos de asociaciones para posteriormente, a medida que vayamos progresando, ir añadiendo más.

Se le aportan a la persona una serie de palabras. Luego, sin mirarlas, debe crear una historia utilizando cada una de ellas. Pueden ser también elementos para una posible historia. Por ejemplo: roca, hada, pirata, anillo.

Leer un texto y cuando leas cada párrafo, intentar recordar las ideas principales que se han transmitido. Lo mismo se puede hacer con información que has oído, preferiblemente grabada antes para poder hacer las pausas. Puedes escribirla en un papel con tus palabras.

De los textos que tengas que leer o analizar para tu trabajo y tus estudios, haz un esquema o cualquier otro sistema de organización de la información. Utiliza diferentes colores para subrayar diferentes tipos de ideas y escribe con diferentes tamaños.

Las pseudo-palabras son palabras que no existen, que está mal escritas o que han sido inventadas. Se recomienda buscar listados de pseudo-palabras, leerlas y aprenderlas, y luego otra persona nos pasa ese mismo listado, pero de manera que las susodichas pseudo-palabras no estén escritas tal y como aparecían en el listado original. Es decir, tenemos que identificar las diferencias entre las pseudo-palabras escritas en el primer listado con las del segundo. Por ejemplo, leímos ?asiforlu? y ahora leemos ?asifolu?; la diferencia está en la ?r? que han suprimido.