¿Qué sucede cuando nos secuestra una emoción?
Cuando una emoción se dispara, suceden dos cosas:
- La tensión resultante se deposita en el cuerpo.
- La mente reprime la emoción.
De esta forma, el dolor interno queda sujeto y parcialmente controlado, y tú te sientes protegido.
- Esto funciona durante un tiempo.
No obstante, llegado un momento, la presión es tan grande que la emoción termina por liberarse y sale disparada (como si fuera el tapón de una botella de champagne).
- Cuando esta energía se mueve hacia afuera proyectas tu malestar y culpas a los demás o a las circunstancias, de lo que te sucede.
- Cuando lo hace hacia dentro te desvalorizas y creas autocrítica destructiva.
En ambos casos justificas tu comportamiento anómalo con todo tipo de razonamientos erróneos.
La vida es injusta, el mundo es peligroso, no valgo para nada, etc.
Estas ideas forman parte de tu sistema de creencias, es decir, de los supuestos que utilizas para funcionar por el mundo, pero que nunca son cuestionados.
"Quién no sabe bailar, le echa la culpa al piso"
Orson Wells