Estilos de comunicación intrapersonal
Nuestro diálogo interno moldea nuestras creencias sobre nosotros y sobre el mundo que nos rodea. Repercute directamente en nuestro estado emocional y, este último, a su vez, puede influir sobre nuestro diálogo interno.
Este diálogo interno no es otra cosa que los pensamientos y, según los padres de la inteligencia emocional, estos pueden ser de 2 tipos:
- Pensamientos positivos nos hacen sentir bien y nos dan impulso.
- Pensamientos negativos son aquellos que nos hacen sentir mal y son un obstáculo para alcanzar metas llegando incluso a bloquearnos o paralizarnos.
Al mismo tiempo, cada uno de los pensamientos que tenemos, pueden tener que ver con nosotros o con otras personas o situaciones.
Veamos algunos ejemplos de pensamiento:
Positivo sobre mí
Claro que puedes, solo tienes que ser constante y verás cómo lo consigues.
Negativo sobre otro
Además de desagradable es muy desordenado.
Positivo sobre otro
Se lo merece, trabajó muy duro.
Negativo sobre mí
Es que soy un desastre.
A estas alturas aparece en nuestra mente la pregunta: ¿qué pasa con los pensamientos neutros? Numerosos estudios dicen que no existen. No hay pensamientos neutros. Todo lo que pensamos, crea una realidad.
Si tenemos pensamientos negativos, recurrentes, durante un largo periodo de tiempo, comenzaremos a vibrar en una baja frecuencia, y atraeremos a personas y situaciones con esa vibración.
Todo nuestro mundo es un espejo de nosotros mismos. ¿Qué sentimos?, ¿de qué forma estamos pensando?, ¿qué estamos creyendo? Solo tenemos que echarle un vistazo a nuestro mundo externo para saber qué estamos pensando, sintiendo, creyendo y, por tanto, creando.
Existen estudios que revelan que un individuo dedica cerca de 15 horas por día a los diálogos con uno mismo. ¿Somos conscientes de que estamos generando pensamientos de manera continua? Son decenas de miles al cabo del día.
Estos mismos estudios dicen que el 80 % de la población tienen comunicaciones negativas el 90 % del tiempo.