Los nutrientes son las sustancias, energéticas o no, útiles para el metabolismo orgánico, que constituyen los alimentos. A los nutrientes energéticos se les denomina principios inmediatos (proteínas, hidratos de carbono y grasas). Entre los no energéticos figuran el agua, los minerales y las vitaminas.
Tipos de nutrientes
Para poder mejorar los hábitos alimenticios, es importante saber los tipos de nutrientes que pueden contener los alimentos. Hay seis tipos, que son los siguientes:
Acción de nutrientes
Los nutrientes pueden ser:
La energía permite la renovación de las estructuras corporales de forma continua, favoreciendo la actividad física.
Hay que distinguir fundamentalmente entre los dos aspectos siguientes: las necesidades energéticas basales, que implican a la energía que necesita el organismo para realizar sus funciones vitales; y a las que hay que añadir las necesarias para cada actividad física (son las que determinan las principales diferencias entre individuos).
Los alimentos ingeridos, por lo tanto, suministrarán la energía al organismo a partir de la oxidación de las grasas, los hidratos de carbono y el alcohol.
El valor calórico o energético de un alimento es directamente proporcional a la energía que se produce al quemarse en presencia de oxígeno.
Este valor se mide en calorías (una caloría se define como la cantidad de calor que es necesario emplear para aumentar la temperatura, de un gramo de agua, en un grado centígrado). En dietética se emplea la kilocaloría, ya que el valor de la caloría es muy pequeño.
1 kilocaloría (1Kcal) = 1000 calorías. |
Cada grupo de nutrientes energéticos (glúcidos, lípidos o proteínas) tiene un valor calórico distinto.
Para simplificar los cálculos del valor energético, en alimentos, se fijarán unos valores estándar por grupo de alimentos; por ejemplo: un gramo de grasa produce nueve calorías, mientras que un gramo de glúcidos o de proteínas libera al quemarse unas cuatro calorías. De ello se desprende que los alimentos con mayor proporción de grasa tengan un contenido energético mayor que los compuestos por proteínas o glúcidos. Indicar, además, que la energía almacenada en el organismo lo hace en forma de grasas.
Grasas: son la reserva energética del organismo. Así, cuando se toman alimentos ricos en grasas, en exceso, el cuerpo almacena la que no es necesaria en forma de tejido adiposo. Así mismo, contribuyen de manera importante en la textura y palatabilidad de los platos.
Los nutrientes plásticos son aquellos que son formadores de tejidos, es decir, aquellos que forman la estructura del organismo (músculos, huesos, vísceras...)
El agua es un nutriente plástico importante, ya que constituye el 60 % de nuestro peso corporal. Ciertos minerales como el Calcio o el Fósforo, forman la matriz ósea y los dientes, dando consistencia al esqueleto. Las proteínas, se utilizan en la construcción de tejido, en procesos de renovación o de anabolismo (síntesis), como es el crecimiento.
Las fuentes de aminoácidos esenciales y de nitrógeno en la alimentación son imprescindibles para la síntesis de las proteínas celulares.
La diferencia de las proteínas respecto a los otros dos principios inmediatos radica en que estos dos se pueden intercambiar, sin embargo, las proteínas no.
Los Hidratos de Carbono constituyen una porción pequeña de la estructura y el peso del organismo, pero no debe excluirse dicha función, por mínimo que sea su indispensable aporte.
Los Lípidos forman parte de las membranas celulares (fosfolípidos), así como del tejido de reserva en forma de acúmulos de grasa, de ahí su función plástica.
Las vitaminas son sustancias orgánicas, las cuales están presentes en los alimentos. Se caracterizan por no tener valor calórico, siendo fundamentales para el adecuado funcionamiento del organismo, ya que son sustancias reguladoras de las reacciones metabólicas.
Los minerales y oligoelementos son sustancias de tipología inorgánica. Son fundamentales para el organismo (al igual que las vitaminas), no tienen valor calórico y, entre sus funciones, destaca la función reguladora (biocatalizadores) en gran cantidad de funciones fisiológicas y reacciones metabólicas. Así, por ejemplo, el Cobre facilita la absorción del Hierro; El Yodo regula la síntesis de hormonas tiroideas...
Existen en los alimentos otros componentes no nutritivos, a destacar por su labor en el equilibrio orgánico, tales como: agua, fibra y elementos fotoquímicos (únicamente se encuentran en los vegetales.
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