Cómo reducir la huella de carbono en el transporte

Para conocer el estado de la movilidad de una empresa es recomendable realizar un Plan de Movilidad, para ello es necesario realizar un diagnóstico de la situación para establecer mejoras a implantar. Este análisis de la situación actual conllevaría un diagnóstico sobre el estado del transporte y la movilidad de la empresa. En este diagnóstico es recomendable realizar encuestas de movilidad tanto a los empleados que se trasladan a su centro de trabajo. Esto permite, obtener una serie de resultados que conllevarán a proponer las medidas más óptimas en este caso siembre enfocadas hacia la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Elegir medios de transportes más eficientes y con menos emisiones de CO₂

Al comprar un nuevo vehículo es importante considerar la calificación energética. Cuanto más eficiente sea el nuevo vehículo en el consumo de combustible más ahorros futuros se lograrán. En la etiqueta se observa dicha calificación energética, de esta manera, los coches menos contaminantes son los clasificados como "Emisiones0, Azul" y "Eco", seguidos de los de etiqueta verde, C y etiqueta amarilla, B.

En la actualidad es posible el uso de vehículos que utilizan combustibles alternativos a la gasolina o al diesel, como son los vehículos eléctricos, híbridos (propulsión a partir de motor eléctrico y de combustión) y los que utilizan biocombustibles (bioetanol y biodiesel) entre otros que están en fases experimentales. Es conveniente valorar si esta opción es viable para la empresa en función del servicio que presta al cliente y las actividades que desarrolla.

Según necesidades reales, ya que a mayor tamaño del vehículo, mayor consumo.

Sensibilizar a los empleados para que utilicen el transporte público para ir a su centro de trabajo o siempre que se pueda acudir en bicicleta o andando. Fomentar el uso del coche compartido, para ello la empresa puede crear una plataforma de "Coche compartido" (Carpooling) entre sus empleados,

A la hora de planificar las rutas conviene estudiar los antecedentes de consumos de combustible y hacer una planificación que permita la reducción de uso de combustible, reflejando rutas más cortas, con menos interrupciones de tráfico y más seguras.

Ordenador de a bordo y económetro (indicador de consumo del vehículo), indicadores de cambio de marcha y limitadores de velocidad.

Realizar el mantenimiento a los vehículos de forma periódica, supondrá mantener constante el rendimiento de este. Una de las revisiones que hay que realizar con mayor periodicidad es la comprobación del estado de los neumáticos, al menos, una vez al mes.

Además de una mejora del confort, un aumento de la seguridad vial y una disminución del tiempo de viaje, conseguiremos una disminución del consumo de carburante y de emisiones al medioambiente asociadas, así como una reducción del coste de mantenimiento. La conducción eficiente permite conseguir un ahorro medio de carburante y de emisiones de CO₂ del 15 %.

Con una mayor ocupación en los vehículos, menor será la circulación y por tanto, el consumo de energía y emisión de CO₂. Las empresas serán las encargadas de incentivar un plan de transporte de empresa, y los particulares disponen hoy en día de aplicaciones informáticas en las que ofrecer plazas en sus vehículos para rutas definidas.

Utilizar un vehículo cuando se necesita sin necesidad de ser propietario. Como principales beneficios podemos citar la disminución de los costes individuales derivados de tener un vehículo en propiedad, así como los costes para la sociedad. Supone, por otro lado, una opción interesante si tenemos en cuenta que los automóviles suelen pasar el 95 % de su vida en el aparcamiento.

Consiste en posibilitar que el empleado realice parte del trabajo desde su propio hogar. En este sentido, puede estar muy relacionado con el horario flexible o comprimido. Normalmente, se establecen uno o dos días a la semana en los que el trabajador no acude a la empresa. El teletrabajo puede resultar beneficioso para reducir la movilidad de los trabajadores, con el consiguiente ahorro en transporte (tiempo, mantenimiento, com­bustibles, etc.) y asimismo aumentar su motivación y rendimiento.

La videoconferencia permite conseguir encuentros de una manera más directa que a través del teléfono, evitando así el desplazamiento para asistir a las reuniones y en consecuencia reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.