Podemos clasificar las aguas residuales de distintas formas. Según la bibliografía consultada, podemos encontrar un listado de tipos de agua residual más o menos detallada. Un ejemplo de clasificación es el que se muestra a continuación:
Aguas residuales domésticas
Estas aguas provienen principalmente de los hogares y establecimientos comerciales. Es común que contengan materia orgánica biodegradable, grasas, aceites, detergentes, y otros contaminantes generados por la actividad humana diaria. Un ejemplo de aguas residuales urbanas son las aguas negras provenientes de los sanitarios, y las aguas grises que resultan de actividades como el baño y lavado de ropa y utensilios de cocina.
Aguas residuales industriales
Se originan en procesos industriales y pueden contener una amplia variedad de contaminantes específicos de cada industria. Pueden incluir metales pesados, productos químicos tóxicos, grasas, aceites, y compuestos orgánicos e inorgánicos. Por ejemplo, las aguas residuales de una fábrica textil pueden contener colorantes y productos químicos, mientras que las de una planta de procesamiento de alimentos pueden tener altos niveles de materia orgánica y grasas.
Aguas residuales agrícolas
Resultan de las prácticas agrícolas y la cría de ganado. Estas aguas pueden estar contaminadas con pesticidas, fertilizantes, materia orgánica, patógenos y otros químicos usados en la agricultura. Un ejemplo son las aguas de escorrentía que arrastran residuos de fertilizantes y pesticidas desde los campos de cultivo hacia cuerpos de agua adyacentes.
Aguas residuales urbanas
Son una mezcla de aguas residuales domésticas, industriales y pluviales, típicas en áreas donde las actividades industriales se encuentran en zonas residenciales. Esto resulta en una combinación de contaminantes tanto de origen doméstico como industrial. Por ejemplo, en áreas industriales urbanas, las aguas residuales pueden contener tanto materia orgánica biodegradable como productos químicos industriales y metales pesados.
definición de las aguas residuales domésticas, industriales y urbanas según legislación vigente
El Real Decreto-ley 11/1995, de 28 de diciembre, por el que se establecen las normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales urbanas, define en su artículo 2 las aguas residuales domésticas, industriales y urbanas:
Aguas residuales domésticas: las aguas residuales procedentes de viviendas y de servicios, generadas principalmente por el metabolismo humano y las actividades domésticas.
Aguas residuales industriales: todas las aguas residuales vertidas desde locales utilizados para cualquier actividad comercial o industrial, que no sean aguas residuales domésticas ni aguas de escorrentía pluvial.
Aguas residuales urbanas: las aguas residuales domésticas o la mezcla de estas con aguas residuales industriales o con aguas de escorrentía pluvial.
Otra clasificación de las aguas residuales que podemos encontrar es la división en aguas blancas, negras y grises:
Aguas residuales blancas
Aquellas aguas que proceden de drenajes o de escorrentía superficial. Hace referencia al agua de lluvia y se caracterizan por ser intermitentes y de baja carga contaminante.
Aguas residuales negras
Son las consideradas como aguas residuales urbanas. Están compuestas de aguas residuales domésticas, industriales, agrícolas y comerciales. Se producen continuamente y la carga contaminante es mayor que las aguas residuales blancas.
Aguas residuales grises
Son las aguas que proceden del uso de duchas y lavabos, caracterizadas por tener poca contaminación.
Parámetros de caracterización de las aguas residuales
La constitución de las aguas residuales puede variar de una zona a otra. Depende, por ejemplo, del grado de consumo de agua de una aglomeración urbana, de las variaciones estacionales de habitantes a las que puede estar sometida dicha aglomeración, de la actividad industrial existente, entre otras causas. Por esta razón, se debe realizar una caracterización de las aguas residuales previa al diseño de una EDAR. En función de los valores de contaminación presentes en dicha agua, se ajusta el diseño de la planta para que el futuro tratamiento sea lo más eficaz y origine las menores interferencias posibles.
Ahora bien, también es necesario llevar un control rutinario de la calidad del agua que pasa por la EDAR una vez que está en funcionamiento. Existen numerosos parámetros a analizar para caracterizar las aguas residuales, pero los más importantes que se consideran para comprobar la eficacia del funcionamiento de la EDAR son los siguientes:
Temperatura
Juega un papel fundamental en el tratamiento biológico de las aguas residuales. La bajada de las temperaturas favorece una disminución de la rapidez de estos tratamientos. Suele ser superior al agua de consumo por el aporte de agua caliente del baño y tareas domésticas de la población.
pH
Representa el comportamiento ácido (pH < 7) o alcalino de una sustancia (pH > 8), siendo el pH neutro, 7. No suele presentar problema si el pH se encuentra en el intervalo de 6,5 y 8,5, ya que los microorganimos del tratamiento secundario, pueden tolerar ese rango de pH. Con valores superiores o inferiores, pueden sufrir daños, desestabilizando la capacidad de la planta para depurar el agua.
Sólidos en suspensión
Representan a las partículas sólidas suspendidas en el agua que no son capaces de atravesar una membrana filtrante de un tamaño determinado.
Materia orgánica
DBO5 (demanda bioquímica de oxígeno): se refiere a la cantidad de oxígeno disuelto que necesitan los microorganimos presentes en una muestra de agua para degradar la materia orgánica presente en dicha agua. La duración de este ensayo suele ser de cinco días.
DQO (demanda química de oxígeno): mide la cantidad de oxígeno necesario para oxidar químicamente la materia orgánica e inorgánica sin intervención de los organismos vivos. Para ello, se suele usar un oxidante químico como el permanganato potásico o el dicromato potásico.
COT (carbono orgánico total): el carbono orgánico total mide tanto carbono total como el carbono inorgánico total de una muestra de agua. Restando estos dos parámetros, podemos obtener el carbono orgánico total. El carbono orgánico es el que está asociado al oxígeno y al hidrógeno, formando parte de moléculas como los glúcidos y proteínas. Por otro lado, el carbono inorgánico es aquel de procedencia mineral, adheridos a elementos con los que forma óxidos y carbonatos.
Nutrientes (nitrógeno y fósforo)
Amonio: suele ser la forma de nitrógeno que en mayor cantidad entra en la planta depuradora en forma de urea.
Nitratos: forma oxidada del nitrógeno que se encuentra en las aguas residuales.
Nitritos: considerados como indicadores indirectos de contaminación fecal. Son inestables y es fácil que se conviertan en nitratos.
Nitrógeno Total Kjeldahl: suma del contenido del nitrógeno orgánico y amonio.
Fósforo: esencial para el desarrollo de los organismos. Las formas más comunes de encontrarlo en aguas residuales son ortofosfato (PO4-3) y polifosfato (P2O7).
Efectos de las aguas residuales en el medio
Los efectos de las aguas residuales sin tratar tienen un impacto considerable tanto en los ecosistemas acuáticos como en la salud humana.
La presencia de contaminantes como metales pesados y productos químicos industriales pueden ser letales para la flora y fauna. Pero si hay un efecto notorio e importante que ocasionan las aguas residuales, concretamente debido a los compuestos de nitrógeno y fósforo, es la eutrofización.
La eutrofización es una de las principales causas de contaminación de lagos y embalses.
La eutrofización se produce por el aumento de la concentración de nitrógeno y fósforo en el medio acuático, procedente de detergentes de lavadoras, fertilizantes, etc.
Este aumento de nutrientes provoca el crecimiento exponencial de algas y plantas en la superficie de lagos, charcas y embalses impidiendo que la luz atraviese la capa superficial del agua. Como consecuencia, mueren los organismos fotosintéticos del fondo y por lo tanto, disminuye el oxígeno disuelto. El resultado es un medio hostil donde muere toda la fauna acuática liberando toxinas.
En esta imagen se puede ver como luce una masa de agua en la que está comenzando a darse el proceso de eutrofización. Sobre la superficie del agua ha empezado a crecer de forma alarmante algas que van a acabar por cubrir toda la superficie, impidiendo el desarrollo de la vida acuática.
Además de los efectos ecológicos, las aguas residuales pueden tener graves repercusiones en la salud humana. La presencia de patógenos, como bacterias, virus, y parásitos en las aguas contaminadas pueden causar enfermedades gastrointestinales, infecciones cutáneas y otras afecciones. También ciertas sustancias químicas presentes en las aguas residuales pueden tener efectos tóxicos crónicos o agudos, afectando órganos vitales e incluso provocando enfermedades como el cáncer.
intoxicaciones agudas y crónicas
Intoxicaciones agudas: se producen cuando una persona ingiere o tiene contacto con agua contaminada de forma puntual. Los síntomas aparecen rápidamente y suelen ser severos.
Intoxicaciones crónicas: estas intoxicaciones son el resultado de la exposición continua a bajos niveles de contaminantes en el agua durante largos periodos de tiempo. Los efectos se manifiestan un tiempo después de la exposición y pueden llegar a producir la muerte en casos extremos, o la degradación de las funciones fisiológicas.
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