La importancia de los valores y principios
Es necesario pasar del simple cumplimiento de las normas (por miedo a las medidas coercitivas) al sentido común de la conformidad interior con unos valores consensuados. El compromiso con los valores implica obligaciones, deberes... y por ello exige cultivar las virtudes con autodisciplina. Existen infinidad de parrillas de valores que suelen coincidir en algunos más que en otros (efectividad, imparcialidad, legalidad, responsabilidad, transparencia), pero conviene tener en cuenta otros principios y valores que ayudan a dar sentido a una batería propia:
Un importante principio es la Equidad, junto a versiones como la Accesibilidad universal a los servicios y a cuantos derechos corresponda, la Participación, las comunicaciones ágiles, y el uso adecuado de la Discriminación positiva para compensar situaciones sobrevenidas: caso de la brecha digital, el control de los lobbies?
Parafraseando a Sancho Panza consiste en reconocer "que es mi intención limpiar esta ínsula de todo género de inmundicia y de gente vagamunda, holgazanes y mal entretenida. Porque... la gente baldía y perezosa es en la república lo mismo que los zánganos en las colmenas, que se comen la miel que las trabajadoras abejas hacen"
Desgranando el principio de Participación, de responder de manera equilibrada a las demandas ciudadanas (responsividad) frente al poder de los sectores privilegiados y el paternalismo de las élites gubernamentales. Entre las fórmulas que, por ejemplo, tiene el sector público están las asambleas, referéndums, juntas de distrito y similares, convocatorias de presupuestos participativos, comisiones consultivas, planes estratégicos?
El principio de Equidad hace de alguna manera referencia al principio de Justicia para otorgar a cada uno el valor de lo que le es debido, incluso teniendo en cuenta los atenuantes: aunque hay reconociendo que el delito es fruto de la naturaleza humana.
"Aconsejaríale yo que no tome cohecho ni pierda derecho". (El Quijote)
Unas concepciones que inevitablemente se confunden cuando tratamos de destacar la Imparcialidad entendida como el arte de tratar a las personas por igual, lo que exige una visión pluralista, Integridad e independencia, también Accesibilidad. En palabras de Pierre Rosanvallon (2010) como garantía del Estado de Derecho, el respeto a sus principios constitucionales y al legítimo control de poderes. Un enfoque que discierne ente la concurrencia de normas sociales y normas morales, y que permiten vislumbrar hasta cuatro escenarios en términos de Legalidad:
- cuando la mayoría de la población asume las obligaciones morales y ello refuerza la idea de que todos crean en su cumplimiento, conforme al Estado de Derecho (nivel 1, el máximo)
- cuando se fía a la presión social y excepcionalmente a las sanciones (nivel 2)
- cuando las expectativas se reparten, cumpliendo o no (nivel 3)
- cuando ni siquiera se acepta como norma social? y aún más, nadie espera que uno mismo cumpla. Por tanto, es campo abonado para una corrupción sistémica (nivel 4, el mínimo)
"Entendemos por cultura de la legalidad el conjunto de expectativas ciudadanas sobre el respeto a la ley y a los procedimientos legales por parte de los gobernantes, los órganos especializados en la ejecución del derecho y los ciudadanos en general." (Villoria, 2016,2020; pg. 474)
Otro importante principio es la Integridad, una cualidad de quien hace lo correcto, para con los demás y para con uno mismo: pero no por separado. Se vincula a la Honestidad y el cumplimiento del deber, con el Respeto a los demás. Apela así a la Ejemplaridad en la gestión pública,
"Líbranos de aquellos que conciben la acción de gobierno como un constante juego de prueba y error, y que se encomiendan simplemente a unas supuestas buenas intenciones" (El Quijote, capítulo XLII 2ª parte)
Además de la Legalidad, la Legitimidad hace más referencia a la Rendición de cuentas, la asunción de consecuencias, informar a quien corresponda y como corresponda? y además tener en cuenta la Eficiencia de cara a unos resultados: pues como dice el Quijote, "siendo sabio no podrás errar en nada".
Por otro lado, la rendición implica al principio de Responsabilidad para reconocer y responder de manera personalizada a cuantas inquietudes se promuevan en las organizaciones (acciones, programas, proyectos?) Principio que requiere del concurso de la Templanza como justo término de las cosas (valor) y de las reglas de cuanto hay en juego; también de valores como la Prudencia para acertar a hacer en cada momento lo que corresponda y con pleno conocimiento de causa. Y sin por ello renunciar a la Valentía, para saber arriesgar, tomar la iniciativa, etc.
Y finalmente, hay que poner en valor el principio de la Transparencia, también muy vinculada a la rendición de cuentas, por cuanto se expone la captación y aplicación de fondos (privados y públicos), colaboraciones (proveedores, alianzas?), implicaciones en proyectos, etc. Pero en realidad, la Transparencia consiste en la difusión de datos de manera comprensible, para sellar el Compromiso de mantener, hacer mantener y defender los principios y valores recogidos en toda declaración. La dificultad está en ganar Coherencia, facilitando una trayectoria libre de imposturas y ajena a beneficios indirectos por amiguismos.
La articulación de estos valores suscita dos importantes retos en pleno sigo XXI, en opinión de Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social: el cambio climático (contra las barreras naturales) y la falta de inclusión social (que cuestiona la legitimidad de la democracia); de no conseguirlo, sus efectos: incertidumbre, frustración y resentimiento nos arrojan al populismo. También hay campo de mejora en las instituciones como la propia Justicia que a veces parece ser una justicia para ricos cuando, por ejemplo, vemos salir a acusados de violación (como Dani Alves, con una mísera fianza que supone el 2% de su patrimonio) o como en su día al afortunado responsable de urbanismo de Marbella (José Antonio Roca) que afirmaba haberle tocado hasta ochenta veces la lotería, pero solo tuvo que saldar 90.000 ?.
A finales de 1995, en Reino, Unido se crea un comité de expertos presidido por el juez lord Nolan para que debata unas normas básicas de conducta pública en torno a siete principios:
A la hora de adoptar decisiones para priorizar siempre el interés público; por ejemplo, limitando el poder de influencia de los lobbies de poder, ni tampoco hacerse prevalecer ninguna condición de cargo o de información privilegiada.
Para que dicha toma de decisiones no se vea afectada por obligaciones de terceros; por ejemplo, cuando el desempeño de un cargo político se combina con una vinculación profesional que pueda suscitar sospechas de incompatibilidad. Estamos hablando de corrupción, sobornos, fraudes, abuso de autoridad, clientelismo?
Actuar con criterio independiente, por ejemplo: en los nombramientos de cargos públicos, la firma de contratos, etc.; y en especial para evitar futuros trasvases al dejar los cargos en lo que se viene conociendo como puertas giratorias.
Motivar sus actos y no restringir información salvo que así lo exija el interés público; y así mismo, difundir las buenas prácticas y obligaciones contraídas en el desempeño de un cargo, tanto como denunciar cuando se produzca algún atropello a sus competencias.
Entendida como deber de declarar cualquier conflicto de interés, y adoptar medidas preventivas y correctivas; por ejemplo, poniendo en circulación un Registro de intereses, etc.
Entendido como capacidad para tomar decisiones coherentes con estos principios, la Constitución y demás normas internacionales. Y así mismo, un desempeño profesional (por parte de funcionarios, ejecutivos?) orientado a la integridad, imparcialidad y honestidad, y con la eficiencia como horizonte.