La palabra ortotipografía deriva de la combinación de los términos ortografía (forma correcta de escribir las palabras y de emplear los signos de puntuación) y tipografía (técnica de imprimir textos). La ortotipografía es el conjunto de reglas relativas a la presentación de los textos.
La naturaleza de los textos administrativos impone que su canal obligado de transmisión sea el escrito (Castellón, 1998: 28). Se puede decir que no existe una norma hasta tanto no figura como texto escrito. Su forma escrita es consustancial a su propia realidad y vigencia.
Lo más frecuente es el empleo anómalo de los signos de puntuación y de las mayúsculas. Heraclia Castellón (1998: 29) subraya que la anomalía grafémica más caracterizadora del discurso administrativo consiste en no separar los distintos párrafos por medio del punto. En cuanto al respeto o no de las normas ortográficas, lo que más llama la atención es la abundancia de las mayúsculas:
Mayúsculas invasoras, en el blog lenguajeadministrativo.com
{:} Dos puntos
Pausa que no supone el fin del mensaje, pues da lugar a su continuación. Después de los dos puntos se escribe con minúscula, salvo que comience una cita textual (entrecomillada).
{«»} Comillas
Son un signo doble, que en español puede ser de tres tipos: comillas angulares, también llamadas latinas o españolas («»), las comillas inglesas ("") y las comillas simples (‘’). En español, y por defecto, se recomienda el uso de las comillas angulares. Si por razones técnicas no fuera posible es igualmente válido el uso de las comillas inglesas. Hay un orden jerárquico para su uso. Así, las inglesas siguen a las españolas y las simples a las inglesas:
«Antonio me dijo: "Vaya ‘cacharro’ se ha comprado Julián"».
Hay casos en los que han caído en desuso (p.e.: indican un término en otro idioma), al ser sustituidas por las cursivas. Las comillas exigen reproducción textual (con el sic entre corchetes [sic] reafirmaremos la validez de errores o conceptos extravagantes). Las citas de cinco o más líneas se reproducen sin comillas, en párrafo independiente, y con el margen izquierdo sangrado. La puntuación al final de las comillas se escribe fuera del entrecomillado.
Siempre tiene que haber unas comillas de apertura y otras de cierre.
{/} Barra diagonal
Indica partición o división. No se debe utilizar en sustitución del guion en nombres o términos compuestos. En algunos casos (OLE10: 426) equivale a de (por su valor preposicional): Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, etcétera. En este uso se escribe sin separación alguna de los signos gráficos que une. También se emplea para indicar la existencia de dos o más opciones posibles entre las que se establece una oposición o una relación de alternancia u opcionalidad:
Querido/a amigo/a (querido amigo o querida amiga).
{...} Puntos suspensivos
Pausa provocada por duda o sorpresa. Son siempre tres. Si un enunciado acaba en puntos suspensivos, no necesita punto final. Tampoco podrá ir seguido de la palabra etcétera.
{¡!} Exclamación; {¿?} interrogación
Los signos de admiración e interrogación se cierran (!, ?) en muchas lenguas, pero solo en español se abren. En lengua española no había diferencia (solo se cerraban) hasta la mitad del siglo XVIII. En la segunda edición de la Ortografía de 1754 se recomienda por primera vez el uso de los signos de apertura de exclamación e interrogación. En español una misma frase puede ser enunciativa (El niño va al colegio solo), admirativa (¡El niño va al colegio solo!) o interrogativa (¿El niño va al colegio solo?).
El cierre de estos signos nunca va seguido de un punto, pues ya lo llevan:
*¿Estás segura de eso?. No sé yo…
¿Estás segura de eso? No sé yo…
Regla general
Letra inicial mayúscula siempre para los nombres propios y para la primera palabra que sigue al punto. También cuando sigue al signo de interrogación (?) y al de exclamación (!), siempre que no lleven coma. Llevan tilde siempre que les corresponda. Las reglas de acentuación son las mismas, se trate de mayúsculas o minúsculas:
ILUSTRÍSIMO o Ilustrísimo; Ángel García o ángel blanco.
Cargos y tratamientos
Los cargos o empleos de cualquier rango (civiles, militares, religiosos, públicos o privados) deben escribirse con minúscula inicial por su condición de nombres comunes (OLE10: 470):
A la recepción ofrecida por el embajador acudió el presidente del Gobierno
El arzobispo de Managua ofició la ceremonia
El papa visitará la India
La RAE recomienda adoptar también esta norma general a los textos administrativos. Si el nombre del cargo coincide con el de la institución, el cargo debe escribirse en minúsculas y la institución en mayúsculas:
Es una causa iniciada por el defensor del pueblo, Jorge Maiorano…
Abogó por profesionalizar instituciones como la Cámara de Cuentas y el Defensor del Pueblo
El artículo 13 de la Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, señala como órganos de gobierno y representación de las universidades públicas:
Colegiados: Consejo Social, Consejo de Gobierno, Claustro Universitario, Juntas de Escuela y Facultad y Consejos de Departamento.
Unipersonales: Rector o Rectora, Vicerrectores o Vicerrectoras, Secretario o Secretaria General, Gerente, Decanos o Decanas de Facultades, Directores o Directoras de Escuelas, de Departamentos y de Institutos Universitarios de Investigación.
Por ejemplo: Presidió el acto académico el Rector Magnífico de la Complutense. Aquí se interpreta como un órgano unipersonal, por lo que debe llevar mayúscula inicial.
En cuanto a los tratamientos, no hay razón lingüística para escribirlos con mayúscula (OLE10: 470): don, doña, doctor/-a, excelencia, reverendo/-a… En los tratamientos protocolarios correspondientes a las más altas dignidades (su santidad, su majestad, su excelencia) la mayúscula inicial es admisible solo si el tratamiento no va seguido del nombre propio de la persona:
La recepción a Su Santidad será en el palacio arzobispal
Esperamos la visita de su santidad Benedicto XVI
Sin embargo, la mayúscula inicial es obligada en las abreviaturas de los tratamientos:
D.ª, Dra., Ilmo., Sr., etcétera.
Pero, ¡cuidado!, no en su desarrollo: doña, doctora, ilustrísimo, señor, etcétera.
¡Tip! CARGOS Y TRATAMIENTOS
Razones de respeto, en el blog lenguajeadministrativo.com
Premios y condecoraciones
Los nombres de los premios, distinciones o condecoraciones se escriben con mayúscula inicial:
Premio Cervantes, los Premios Príncipe de Asturias, la Legión de Honor…
Cuando se alude al objeto que representa el premio o a la persona premiada, se escribe con minúsculas:
El director posó con su óscar.
Leyes y documentos oficiales
Se escriben con mayúscula inicial todos los elementos significativos del título de los textos o documentos de carácter legal o jurídico (leyes, decretos, órdenes, códigos, fueros…): Código Civil; Acta Única Europea; Ley 40/1998, de 9 de diciembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y otras Normas Tributarias; Real Decreto 125/1988; Ley para la Ordenación General del Sistema Educativo, etcétera.
No obstante (OLE10: 491):
...cuando la descripción de la ley que constituye el título de esta es demasiado extensa, el uso de la mayúscula se limita al primer elemento: Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se regula el permiso y la licencia de conducción por puntos y se modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico…
Directrices de técnica normativa, en la Resolución de 28 de julio de 2005.
Uso específico de las mayúsculas en títulos legislativos y forma de citarlos, en el blog lenguajeadministrativo.com
Meses y días de la semana
Con minúsculas siempre: el próximo jueves, 4 de marzo, voy a Madrid.
Tras los dos puntos
Después de los dos puntos, deberá escribirse en minúscula, salvo que abran comillas (Ya conoces su refrán preferido: «Agua que no has de beber…») o se trate de una fórmula de encabezamiento de una carta o documento jurídico-administrativo. En este segundo caso, siempre en párrafo aparte (Estimado vecino: / Hemos comprobado…).
Cada familia tipográfica, entendida como conjunto de fuentes que tienen ciertas similitudes de diseño (p.e.: Arial, Times New Roman, Verdana, Calibri, etcétera) tiene, o suele tener, cuatro variantes: redonda, cursiva, negrita y versalita.
Redondas
Cursivas
Negritas
Versalitas
Es la clase de letra neutra y básica, utilizada por defecto en el texto principal.
Esta píldora formativa está extraída del Curso online de Modernización del lenguaje administrativo.
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