Próximamente en catálogo: Cálculo de Costes en el Viñedo
¿Vamos a hablar de viñedos y de la cultura del vino? Pues sí, porque nuestro catálogo formativo está en continuo crecimiento. Nuevas temáticas y nuevos cursos van surgiendo para dar respuesta a las necesidades de nuestros diversos clientes, que nos demandan formación cada vez más especializada.
Para aquellos apasionados por el mundo de la enología, próximamente tendremos en nuestro catálogo el curso Cálculo de Costes en el Viñedo desarrollado por Enrique García Eguizábal, Licenciado en Ciencias Empresariales especializado en viticultura, enología y gestión de bodegas.
Si eres uno de ellos, no te pierdas esta lectura que Enrique ha preparado para ir poniéndote en tema.
Viñedo y vino: evolución y rentabilidad
Queda ya lejos aquella época en la que el cultivo del viñedo se limitaba a unas pocas tareas programadas a lo largo del año: podar, abonar, desinfectar, regar, vendimiar y esperar que la meteorología hiciese el resto. Luego, recoger y entregar la uva, que se pagaba según fuese tinta o blanca y poco más.
Se elaboraba y comercializaba mucho vino sin distinción de origen ni método de elaboración. Pero esto fue cambiando. La salida a los mercados exteriores nos hizo ver que si queríamos competir debíamos aportar algo más: de entrada, respetar y valorar nuestro origen. Luego, nuestros vinos se fueron adaptando; llegaron vinos fermentados en barrica y rescatamos variedades de uva que habíamos abandonado; incluso nos atrevimos a cultivar uva de variedades de éxito en otras zonas, que nunca habían formado parte de nuestra tradición vitivinícola.
Paralelamente ha ocurrido algo fantástico. Bodegueros y viticultores han puesto su conocimiento y buen hacer para aprovechar y poner en valor la singularidad de sus viñedos, resaltando sus características especiales y elaborando vinos específicos.
También hemos visto cómo la innovación ha llevado a nuevos criterios para la crianza. Volvemos a usar las tinas, barricas de mayor tamaño, procesos de envejecimiento más reducidos y un largo etc. Podemos decir que, tanto bodegueros como viticultores, ponen su sentimiento en las uvas que producen y en los vinos que elaboran.
Para el consumidor, es el paraíso: no hay país ni denominación de origen donde no se elaboren vinos poseedores de ese sentimiento. Podemos disfrutar de los vinos sin apenas límites.
Como el mercado valora la singularidad, ahora cuidamos mucho nuestros viñedos, monitorizando in situ su evolución: humedades del terreno, temperaturas, maduraciones, etc. Esto nos lleva a poner medios, efectuando inversiones para obtener unas uvas de la mayor calidad posible, y obtener así vinos que recojan nuestro personal saber y entender.
No debemos olvidar que nuestras explotaciones son también un negocio y una forma de vida en muchas ocasiones. Por ello debemos hacerlas rentables.
Sabemos lo que el mercado paga por nuestro sentimiento y ahora, debemos prestar mucha atención a saber cuál es el coste de la uva en esos viñedos con especiales características y en esos procesos de crianza diferenciados. No podemos meter en el mismo saco el coste de toda la uva de nuestra explotación ni el coste de todos los vinos que elaboramos y envejecemos. Solo así conoceremos cuál es la rentabilidad final de esas uvas y vinos singulares y nos garantizaremos un precio adecuado y su viabilidad en el futuro.