El impacto de la transformación digital en las empresas
¿Cuál es el impacto de la transformación digital en las empresas?
Para responder a esta pregunta, en primer lugar tenemos que aclarar cómo impacta en las empresas la "transformación", y cómo impacta "lo digital". En esta expresión tan corta que sólo tiene dos palabras, la "transformación" es nada menos que el sustantivo, siendo "digital" su apellido, es decir: lo que más impacta es la transformación, pero ¿la transformación de qué?
Del mercado, es decir, de las personas que compran nuestro producto o servicio... y ese mercado no deja de transformarse, porque las personas no dejamos de cambiar. Hoy en día, lo queremos todo accesible mediante una interfaz digital (una web o una app) sin tener que desplazarnos a ninguna parte. Esto es lo natural para los nativos digitales... que también son nativos ágiles: lo quieren todo cuanto antes, y desde luego que no haga falta leer ningún "manual de usuario" para poner nada en funcionamiento. |
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Así que, si los clientes somos más digitales y más ágiles, nuestra empresa tiene que cambiar en ese sentido: más ágil, y no sólo más digital. Agilizar una empresa va mucho más allá de la simple aplicación de metodologías ágiles para gestión de proyectos o gestión de servicios, es una cultura que impregna a cada departamento, cada profesional, empezando por los responsables del portfolio de negocio y llegando a cada operario y técnico. Ser ágil es una cultura, una forma de trabajar, incluso una forma de ser... además de aplicar prácticas concretas de metodologías concretas.
Lo que se transforma implica que mañana será diferente a cómo es hoy, significa que no vamos a poder planificar el futuro a nivel demasiado detallado, así que tenemos que aprender a trabajar con un grado de incertidumbre cada vez mayor: por eso lo que se transforma, o es ágil o no es, así que en el contexto de la transformación digital (y por lo tanto de la economía digital), las empresas que no sean ágiles, ¡no serán!
Así que la "transformación" nos lleva a agilizar la empresa, teniendo como objetivo agilizar su negocio, es decir, tener la capacidad de dar respuesta a una oportunidad en el plazo y en las condiciones adecuadas. Otra forma de decirlo es dar respuesta a las necesidades sin gastar más tiempo ni más dinero del necesario.
¿Y cómo impacta lo digital? Pues siendo un medio que facilite dicha agilización. Por ejemplo, si queremos conocer mejor a nuestros clientes para saber qué querrán comprar en un futuro a corto plazo, podemos utilizar tecnologías de analítica predictiva (machine learning, inteligencia artificial, etc...) para ayudarnos a diseñar un nuevo producto, o acertar en nuestras campañas de marketing. Es decir, lo digital debe ser visto como una herramienta para manejar la incertidumbre y el cambio... y siempre en este orden: la transformación es el motor del cambio, lo que motiva el uso de lo digital, y nunca al contrario. ¿Cuántas veces se cometió aquel error del "yo quiero un big data"? La tecnología no aporta valor si primero no planteamos el caso de uso o la pregunta de negocio que necesitamos contestar, aplicando después la tecnología para conseguirlo.
¡Y cuidado! La respuesta no consiste siempre en "usar más tecnología": si, por ejemplo, queremos agilizar un proceso (minimizar su tiempo de ejecución, o los tiempos muertos entre actividades), el camino puede ser el de dejar de hacer algo, automatizar una parte del trabajo, o aplicar enfoques como Smart Data (no utilizar más datos de los estrictamente necesarios). Por este camino van tecnologías como Edge Computing, los gemelos digitales y otras muchas.
Cabe señalar la diferencia entre transformación digital y digitalización: la digitalización es el primer paso, que consiste en generar y capturar datos de actividades que realizan personas o máquinas; sólo cuando se dispone de esos datos podemos analizarlos para conocer mejor el proceso y detectar ineficiencias y oportunidades de mejora. Así que la digitalización sería el paso inicial de un proceso de transformación digital en las empresas.
En conclusión, la transformación digital en las empresas impacta en una mayor agilidad y capacidad de adaptación a los cambios y necesidades del mercado. La digitalización es una herramienta para alcanzar esa transformación, pero nunca debe ser vista como un objetivo en sí misma. Es importante tener en cuenta que el éxito de la transformación digital depende de la cultura de la empresa y de la forma en que se integran las tecnologías en la estrategia y en la vida cotidiana de la empresa.
Transformación digital en las pymes
Si las grandes empresas necesitan agilizarse, las pymes de reciente nacimiento quizá ya empiecen con ventaja, puesto que las personas que las componen son nativos digitales (y, por lo tanto, nativos ágiles).
La economía digital consiste en hacer negocios en contextos de altísimo ritmo de cambio sobre tecnologías que sustenten la transparencia y la agilidad en la ejecución de acuerdos y transacciones, por eso entramos en la "era de los smart contracts", sobre tecnología blockchain... por eso, infinidad de pequeñas y medianas empresas están trabajando en conectarse a redes blockchain o lo harán en el futuro próximo. Lo que importa no es la tecnología en concreto ni cómo funciona, sino la capacidad de poner en marcha estos smart contracts: suponen la ejecución automatizada de acuerdos entre dos partes en base a lo que dicen los datos (que se generan en Internet de Todo, es decir son fiables), y que ya se están aplicando en sectores como el logístico, ecommerce, energía, retail... |
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Por supuesto que las pequeñas y medianas empresas quieren formar parte de la economía digital, con posibilidades nuevas ya aplicables como la tokenización de activos, y otras a futuro aún con mucha incertidumbre como intercambios comerciales en los metaversos. Sí, “metaversos”, de momento en plural. Cuando podamos hablar de "un único metaverso", en singular, es cuando realmente será interesante para los negocios, aunque para conseguirlo es necesario que cada persona y empresa disponga de una entidad digital soberana sobre la que actualmente se está legislando, convirtiéndose en el habilitador de negocios en el ecosistema digital.
La transformación digital se ha convertido en una necesidad para las pymes, ya que les permite mantenerse al día con las tendencias tecnológicas y mejorar su eficiencia en la gestión de sus operaciones. La implementación de tecnologías como la nube, la automatización de procesos y la analítica de datos puede ser un factor clave para el éxito de la transformación digital en las pymes, y les permitirá mejorar la productividad, la satisfacción del cliente y la competitividad en un mercado global cada vez más exigente.